Tú haces posible seguir trabajando por los niños y niñas de Afganistán. Día a día, en un lugar donde la crisis económica, la discriminación de género y la sequía se suman a la inseguridad alimentaria, la malnutrición y los desastres naturales, seguimos allí gracias a tu apoyo.
Sabemos que te preocupa el futuro y la protección de la infancia en un escenario como este. Por eso, pusimos especial énfasis en resguardar el derecho a la enseñanza de la infancia afgana, especialmente, de las niñas que allí viven. Así, tu compromiso nos permitió llevar a Afganistán el cargamento de suministros educativos más grande del mundo durante el 2022.
Gracias a ti, distribuimos materiales de enseñanza, libros de textos y entregamos carpas de alto rendimiento a los espacios de educación comunitaria. Todo esto benefició a más de 5 millones de estudiantes en todo el país, de los cuales 4.533.366 fueron niños de escuelas públicas.